
Sin contar la melodía que se escuchaba a la hora de la siesta en la casa de mi abuela, su singer cosiendo camisas.
Y ni te cuento de los ravioles de verdura y seso sobre la mesa de la cocina que amasaba ella los sábados a la tarde y el aroma a estofado que cocinaba mi abuelo, cada domingo, desde las seis de la mañana.
Un poco de herencia, otro poco de curiosa y mucho de observación, de aprendizaje, de constancia y noches sin dormir; feliz y orgullosa soy parte de esas generaciones de oficios y arte con las manos!!! .
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Ayer mi viejo me envió un mensaje que les comparto
"En un día como hoy agradezco a mis padres haberme enseñado a subirse las mangas y trabajar, para ganar otro valor indispensable que es la dignidad. A levantarse siempre, a reinventarse las veces que haga falta"
Feliz día, feliz jueves, feliz vida!!
Tu papá suena mucho como el mío. Por suerte, nos enseñaron bien!
ResponderEliminarQue lindo Marce; hijas "de-sastre"....jajaja
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