Las sillas también transitaron por un proceso de transformación; estaban lustradas, al igual que la mesa, y tapizadas en chenille rayado dentro de los tonos tierra. Buscábamos un tela resistente, sin estampados y la pana no estaba entre nuestras alternativas, ya que a Lili no le gustaba.
Entre las opciones que manejábamos estaba el lino, un tejido fuerte y natural, suave al tacto y muy resistente. El tema fue elegir el color, ni muy claro ni muy oscuro...
Finalmente encontramos el matiz perfecto que sería parte del asiento; elegimos el "latte" (algo así como un café con leche cremoso jajaja) que combinaría perfecto con el blanco y madera. La estructura pintada de blanco con "poco" desgaste.
El juego de sillas que acompañaban la mesa estaba compuesto por seis integrantes; cuatro sillas y dos silloncitos con apoyabrazos en las cabeceras.
Las sillas las hicimos en tres tandas; porque no cabían en el auto para trasladarlas (mi proyecto para este año es adquirir una camionetita, pero ya les contaré), así que la última se la entregué un día antes de sus merecidas vacaciones; y a cambio me traje la mesa ratona, que experimentó la misma suerte que sus compañeras.
El depto ya vivió varias transformaciones; él y sus dueñas están felices con estos cambios; vamos de a poco y sobre seguro; hay que conocer el tiempo de cada uno y acompañar este proceso de metamorfosis externa e interna; porque cuando cambiamos el afuera; también algo se transforma en nuestro interior.
Agradezco plenamente a Lili y su hija por entregarme su hogar por completo y permitirme transformarlo; para mi es un placer ser parte de este camino de renovación que emprendimos juntas!!!
"Cada persona que llega a tu vida es un maestro que te enseña a transformar algo de ti"
Si estás necesitando ayuda para comenzar a transformar tu ambientes en #tucasafeliz, escribime a roxiameduri@hotmail.com que seguramente encontramos la mejor manera de hacerlo!!!
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